sábado, 4 de agosto de 2012

Un paso de gigante

Día dos, y esto tiene un aspecto completamente diferente.

Con sólo unas horas de preparación ya tengo el alojamiento de la primera noche, en Toulouse, los objetivos para este primer destino, e incluso las grandes líneas de los siguientes dos y hasta tres días. ¡Todo un éxito!

Y empieza a ocurrirme como siempre: que las páginas de la guía comienzan a acumular marcas y más marcas de castillos, abadías, plazas, carreteras, senderos, restaurantes, mercados... que merecen una parada, y será de justicia dársela. Así es que las horas del día volverán a resultarme escasas, y habré de robarlas a las noches. Viva el descanso vacacional.

Pero sarna con gusto no pica, y el día de mañana, víspera del pistoletazo de salida, me sobra y me falta a la vez. Unas cuantas cosas que mirar, y aún más ganas de empezar. Esto está hecho. Dentro de nada, ¡de vuelta a la carretera!

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